Anhelo que ardas, anhelo que el fuego te consuma de a poco y te queme el alma.
Anhelo que mientras las llamas te consuman pierdas el aliento de a poco y te vuelvas cenizas.
Anhelo que te quemes, anhelo que entre brasas tu egoísmo se vuelva nada y desaparezcas.
Anhelo que al respirar el aire te falte y la desesperación te haga enloquecer.
Anhelo que en el último de tus suspiros te des cuenta que estás a dos pasos del agua y no puedes llegar.
Anhelo que nadie te ayude y la miseria te duela más que las quemaduras, que tus ruegos y plegarias no lleguen ni al cielo ni al infierno.
Anhelo que tu única compañía sea la soledad y la tristeza, para que en los últimos latidos que de tu corazón desaparezca tu existencia.
Anhelo que te quemes, que ardas.