Las tormentas que caen sobre mí me destruyen y dejan recuerdos, recuerdos llenos de ti. Me hacen pensarte, me hacen llorarte. Te he llorado ya un mar, mis lágrimas van gritando tu nombre en mareas infinitas de sufrimiento y desesperación.
La ginebra en la que me ahogo solo me lleva a tus ojos, esos pozos sin fondo hermosos y peligrosos.
Un cigarro, una botella, recuerdos y el amargo sabor de una partida me hacen ahogarme en aquel mar de lágrimas que con ayuda del alcohol caen entre recuerdos.
Las olas de este océano van rompiendo en melancolía.
Vuélvete océano, sin tierra firme. Necesito sentir que me drenas, que me inundas, que me ahogas, que me calmas, que me unes.
Me gustaría tanto que fueras mar, que fueras océano, para que me consuman tus gotas, para nadar con calma entre tus algas, para poder observar esos tesoros que escondes, descubrir esa parte del misterio,para hundirme contigo.
Vuélvete océano sin final de lo infinito.